Actualmente, una persona promedio genera poco más de 2 kilos de basura eléctrica y electrónica. Según un estudio hecho por la organización SwissContact, en las ciudades tronacles de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Oruro, Montero y Quillacollo, esta basura contiene contaminantes altamente peligrosos, no tiene un manejo adecuado y la cifra podría subir en 50 por ciento para dentro de siete años.
«En Bolivia, no hay dónde desechar estos residuos porque no hay tratamiento, por ejemplo EMSA (Empresa Municipal de Servicios de Aseo) no los recibe aquí (en Cercado) y la gente los tiene en su casa o los bota en la calle, algunos hasta usan para que sus calaminas no vuelen con el viento”, dijo el jefe del proyecto de manejo de Residuos Eléctricos y Electrónicos (REE) de SwissContact, Matías Nabholz.
Ocho toneladas
Para evidenciar la cantidad de REE, Nabholz ilustró con una experiencia en La Paz, con una campaña de recolección, en la que se acumularon ocho toneladas en una tarde. “Se ve que la gente no sabe qué hacer con eso”, señaló.
También señaló que si bien la basura eléctrica y electrónica tiene elementos contaminantes como el cadmio o el mercurio, hay otros que son útiles y hasta valiosos que pueden rescatarse, como los seis gramos de oro que se encuentran dentro de una computadora o los 0,1 gramos en un celular, pero para esto se precisa entrenamiento.
Los Ecovecindarios
Con esa perspectiva, el proyecto de REE busca trabajar con los Ecovecindarios (barrios que hacen manejo ecológico) para la recolección y reciclaje.
El proyecto también contempla completar el trabajo con la generación de una política nacional.
“Queremos promover mesas de discusión en el eje troncal del país para discutir una política de recolección y disposición final. En 2010 queremos tener un evento nacional para discutir soluciones locales que permitan trabajar en una política nacional”, dijo.