El Telegrafo
Guayaquil,
María Augusta Sandoval
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Elizabeth Altamirano es vendedora de ropa, para ella su teléfono móvil es la herramienta principal de trabajo, pero de igual forma debe cambiar de aparato con frecuencia porque su hija pequeña los destruye al usarlo como juguete. Por esta razón señala que ha desechado casi cinco teléfonos. “Como es pequeña a veces los tira al agua y los daña. Más de una vez he tenido que comprar otro porque repararlo es muy caro”.

Dos operadoras de móviles en Ecuador han iniciado una campaña para reducir el contacto de los materiales que componen los celulares con el medio ambiente. Según una publicación de la organización ambientalista Greenpeace, la basura electrónica se ha incrementado a nivel mundial en los últimos años, por lo que anualmente se generaría entre 20 y 50 millones de toneladas de residuos.

Sylvia Banda representante de la compañía telefónica Porta, indica que no existen datos estadísticos que comprueben la contribución del reciclaje de celulares para evitar la contaminación, pero se calcula que 1.5 kilos aproximadamente de basura se genera diariamente; sin considerar los  desechos electrónicos. “A nivel mundial se habla de millones de equipos que están en desuso guardados en un cajón o que va a parar a los tiraderos de basura contaminando los recursos naturales”. (…)

Javier Bustamante, director ejecutivo de Fundación Natura, advierte que dejar que un teléfono celular se descomponga en un botadero de basura sin un tratamiento adecuado puede traer graves consecuencias, no solo para los seres humanos sino también para animales y plantas.

El mercurio, plomo, níquel y los metales pesados con los que fabrican tanto los celulares como sus accesorios, al descomponerse y tomar contacto con el ambiente, afecta significativamente. “Este tipo de contaminación puede causar enfermedades como el cáncer o malformaciones”, dice Bustamante….

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